October 17, 2017

Serenidad a 250km/h

Abro las solapas a checar que este prendida la computadora. Los aros estan en el orden correcto, con los cables pasando por donde deben. El pin recto, como aguja de peletero,  parece que no se ha movido en mucho tiempo, espero se quede asi. Abro la otra solapa, el segundo pin curveado sostiene el cordon con bastante presion, lo acomodo y cierro todas las solapas. Saco la pelotita, poniendo atencion a cuanta fuerza se necesita para sacar la tela enrollada que le sigue. Regreso todo a su lugar y le doy sus palmadas para que todo quede empaquetado como estaba. Estoy lo suficientemente satisfecho con mi chequeo para ponerme la mochila y ajustarme los tirantes: las dos piernas, el largo de los hombros, y el que va en mi pecho sosteniendo los dos tirantes verticales. Me agacho, me estiro, la pierna izquierda esta mas ajustada asi que le suelto la tension para que quede parejo. Listo.

El resto del equipo no es tan complicado. Me pongo el casco mientras camino al avion esperando en la pista. En fila se van metiendo las doce personas que van antes de mi. La mitad amigos, la otra mitad gente con cara de preocupados. Hacen platica y se rien, pero se les notan los nervios. Ya todos abordo y cierro la puerta con cuidado, si se azota, se rompe. La inquietud de los pasajeros se siente cuando el avion va despegando. Gritan de emocion y de nervios. Los proximos quince minutos dejo que los pensamientos pasen por mi mente, nada se queda suficiente tiempo para darle ninguna importancia. Bostezo, no por aburrimiento pero creo que por falta de oxigeno. Checo mi equipo de nuevo, uno nunca sabe si se le paso un detalle. Checo donde esta la pelotita de hace rato, a ver si esta facil de alcanzar.

Dos minutos! Gritan desde la cabina. Muchos repiten por si no se escucho. Hago el ultimo chequeo. Casco ajustado y altimetro ya fijo en el 11. Todos listos y atentos a los focos. Se prende el foco rojo y busco al que mas nervios parecia tener. Veo su expresion cuando abro la puerta de un jalon, el aire entrando violentamente, su cara lo dice todo, “ya valio”. Me asomo al vacio para ubicarme y ver que no haya algun otro avion o peligro. No le quito la mirada a la luz roja, son cinco segundos para que cambie a verde.

Luz verde. Me agarro de los soportes afuera del avion y saco el cuerpo completo, el viento furiosamente tratando de deshacerse de mi. Cierro los ojos, el sol rojo en los parpados, no oigo mas que el ruido blanco en el casco. Respiro profundo, suelto las manos y me cedo al cielo.

Ya no es el mismo sentimiento de adrenalina que senti las primeras veces que vole. Al contrario, encuentro calma total. En el cielo estoy solo, tan rapido vuelo que ni mis pensamientos me alcanzan. No me preocupo de nada, no planeo nada. Solo pienso en como volar. De espaldas para disfrutar el sol y el azul del vacio? De cabeza para ascender a la tierra? O me hago compacto para volar mas rapido? Hay tiempo hasta para sentarme sobre las nubes, pues el tiempo va mas lento a 250 kilometros por hora.

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